Marta, Tiane y Leicy representan la evolución del fútbol femenino durante tres contextos que han evolucionado de forma diferente. Marta creció en un pequeño pueblo de Brasil y dió sus primeros pasos «brincando» con sus primos en una época en la que era mal visto que una mujer participara del fútbol. Tiane, por su parte, practicó muchas disciplinas deportivas pero confirmó su pasión durante las noches de fútbol en las que su padre le permitía entrar a jugar junto a sus compañeros del trabajo las veces que faltaba alguien. En otro contexto, Leicy creció viendo el camino de símbolos como Marta, que mostraban posible el hecho de ser futbolista profesional. Hoy, el contexto muestra un horizonte de crecimiento increíble, que garantiza a las próximas generaciones un escenario propicio para desarrollar su talento y su pasión